¡Papel, papel y más papel! Como ya habrás notado, el papel es el gran protagonista en mi trabajo y la materia prima de todas mis joyas. Me encanta el papel en todas sus formas, porque creo que es un material simple y cotidiano del que pocos conocen su enorme versatilidad o imaginan su aplicación en joyería. Mi pequeño taller está repleto de papeles de todos los colores, grosores, tamaños y texturas imaginables. Para la elaboración de las joyas utilizo desde papeles pintados a mano por mí, hasta washi japonés de tradición milenaria, pasando por cartulinas recicladas o periódicos. Además, trabajo distintas técnicas de plegado, corte y filigrana para crear colecciones de joyas para todos los gustos. Siempre escojo cuidadosamente el tipo de papel que mejor se adapta a cada modelo y, por supuesto, barnizo concienzudamente todas las piezas para garantizar su resistencia y durabilidad. Debajo te cuento algunas curiosidades sobre mis técnicas y papeles favoritos, ¡sigue leyendo!
Origami, el arte de dar vida al papel
Desde que me aventuré en la creación de mis primeras joyas de papel hace ya más de diez años, el origami o papiroflexia siempre ha sido mi técnica preferida por excelencia. Este arte de origen asiático consiste en el plegado de figuras a partir de una o varias hojas de papel, sin utilizar cortes ni pegamento. Dentro de las infinitas posibilidades del origami, siempre ha sentido predilección por los diseños geométricos tridimensionales para confeccionar mis joyas. Muchas de estas figuras están compuestas por varios módulos minúsculos de papel, doblados de manera individual y después ensamblados mediante solapas y bolsillos creados por los propios pliegues.
Chiyogami, un papel de tradición milenaria
Mi papel favorito para las joyas de origami es el Chiyogami tradicional japonés, que puede traducirse como “papel de miles de generaciones”, y que selecciono e importo directamente desde el país nipón. El Chiyogami es un papel artesanal de alta calidad fabricado con fibras naturales y teñido a mano utilizando técnicas de serigrafía. En Japón, su elaboración tradicional es todo un ritual declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. El Chiyogami destaca por sus colores vívidos, y a menudo incorpora estampados tradicionales de los kimonos japoneses o delicados motivos florales inspirados en la naturaleza. El fino acabado con incrustaciones doradas confiere a este papel un acabado lujoso y brillante, convirtiéndolo en una auténtica joya en sí mismo. Trabajar con Chiyogami japonés es toda una experiencia para los sentidos. No solo es un placer para la vista, también es un papel sedoso muy suave al tacto, se pliega con facilidad y tiene un agradable aroma a pigmentos naturales.
Filigrana, el arte de enrollar papel
Otra técnica que me fascina desde hace años es la filigrana de papel, también conocida como quilling en inglés. A diferencia del origami, en el arte de la filigrana el papel se corta primero en tiras largas y estrechas, y estas se enrollan y moldean meticulosamente para crear diferentes formas. Combinando tiras de diferentes colores y grosores, se puede dar vida a figuras sorprendentes que desafían nuestro concepto del papel. Para mis joyas de filigrana más elaboradas ¡utilizo tiras de papel de tan solo 1 mm de ancho! Trabajar con estas cintas tan delgadas requiere de una gran destreza y habilidad para conformar las piezas sin que se deshagan entre los dedos. Pero como me encantan los retos, he aprendido a dominar esta técnica para crear joyas únicas, principalmente en forma de flores, con un acabado similar a la porcelana.
Sostenibilidad y creatividad sin límites
Las posibilidades del papel no acaban aquí, y en mi taller trabajo continuamente para aprender y perfeccionar nuevas técnicas. En mi compromiso con la fabricación sostenible, aprovecho al máximo todos los recortes de papel sobrantes de otros proyectos para crear algunas de las joyas más contemporáneas. Me encanta experimentar con técnicas de corte y troquelado para dar una segunda oportunidad a papeles desechados, trastear con periódicos viejos y cartulinas recicladas, crear colecciones temáticas de joyas con papeles de scrapbooking muertos de risa en un cajón, o dar rienda suelta a mi imaginación pintando a mano mis propios papeles. ¡En Paper Chaos, el arte y la innovación con papel no conocen límites!